Da gusto cuando te lo ponen “fácil”. A ver, me explico: llegaron Lola y Eric, una pareja que se casaba, y me pidieron las invitaciones. Hasta ahí, todo normal. Hasta que me dicen que quieren algo sencillo pero al mismo tiempo que destaque, que no sea todo color pastel y sutil… Osea… mi especialidad: invitación de boda personalizada. Yeah!
Además la boda se iba a celebrar en la playa. Pero que no querían azules, algo diferente.
¿Azul no? ¡Marchando un color coral! ¡Y corales! ¡Y un blanco nacarado y sutil!
Y fue un “sí, quiero” en cuanto vieron el esbozo.
Fantasía.
Completé el diseño con un sobre de papel kraft (soy muy fan de este papel, no lo puedo evitar, me parece que queda bien con todo) con solapa de corte irregular, rematado con una banda de color coral (obviamente) y se cerraba con una pegatina con un logo creado con las iniciales de los novios.
Súper sencillo pero con un color potente que me encanta. Toda la decoración de la boda era en blanco con detalles de madera gastada, conchitas, estrellas de mar (blancas y en color coral)… Así que el conjunto, está mal que yo lo diga pero es la verdad, quedó genial. Muy bonito todo, la verdad.
Pero lo que más me gusta de esta clase de encargos es que es algo que se va a recordar, que es una fecha especial y estas invitaciones se dan para la gente que realmene quieres que comparta contigo un día así. Jopé, y yo, aunque sea indirectamente. ¡Felicidades Lola y Eric!
Si te ha gustado esta invitación de boda personalizada y estás buscando la tuya, menuda suerte has tenido: soy la diseñadora que estás buscando. Ponte en contacto conmigo y hablamos 🙂
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Comments (2)
sandra Sep 26 2019 - 08:25
La invitación de bodas la anima a una a casarse, aunque sea con el gato ; ) .
Muy bonita !!
Ana Sep 30 2019 - 09:32
¡Muchas gracias! Recuerda que, aunque te cases con el gato, ya sabes a quién tienes que pedir la invitaciones 😉