Nos quedamos sin uno de los más grandes e icóninos genios y maestros del diseño: Milton Glaser. Sí, el creador del famoso logo de I ❤️ NY. Pero aunque es una de sus obras más conocidas, su colección creativa es tan extensa como maravillosa. ¿Qué voy a decir yo si soy una entusiasta del estilo retro, la ilustración y las tendencias surgidas de mediados del siglo XX?
Milton Glaser, neoyorkino de pura cepa, nacido en el Bronx y abandonando este mundo en Manhattan. Y no en un lugar cualquiera: en el MoMA. Y justo el día de su cumpleaños, el 26 de junio. Cumplía 91 años dejando atrás una de las carreras más prolíficas y exitosas en el mundo del diseño gráfico con más de 300 carteles a sus espaldas. Ahí es nada.
Todo está conectado. No hay sucesos desconectados en la experiencia humana, pero descubrir esas conexiones, a eso le llamamos ser creativo
Milton Glaser
Es paradójico que el hijo de inmigrantes húngaros acabara creando el logo más famoso e icónico de una de las ciudades más famosas e icónicas en país que se auto-proclama como el de las libertades, pero que últimamente anda bastante flojito en ese tema. El de las libertades. Por eso, consciente de sus orígenes, siempre apoyó al partido demócrata, contribuyendo, por ejemplo, con la campaña de Obama y para que no se votara al actual presidente, conocido como Cheeto in Chief.
Igual que mi querido Paul Rand, también publicó libros en colaboración con su mujer, Shirley Girton. O como Paula Scher, también diseñó varios discos. Pero también fundó la revista The New York Magazine o rediseñó la maquetación de La Vanguardia. De hecho, esa cabecera del diario, con el fondo azul y el texto en negativo, era algo que no convencía en un principio, pero consiguió que se aceptara. Esa cabecera es básicamente una marca y el color azul, como consecuencia. pasó a llamarse Azul Prestigio.
Además, trabajó para Squire (esta revista siempre ha sabido cazar a grandes talentos), Time o Paris Match. Unas revistillas sin importancia que nadie conoce (modo irónico ON, por si nadie lo pilla).
Su arte es colorido, enrevesado y simple al mismo tiempo. El resultado de esto es que se convirtió en un maestro de la elegancia. Cambió la concepción del leguanje y la visión sobre el diseño en los 60-70 del siglo pasado. ¿Os suena? Perdonadme pero tengo que decirlo: todos los más grandes surgieron más o menos de esa época, década arriba, década abajo. En mi más humilde opinión: son insuperables.
Si os interesa su obra, visitad su web y cultivad vuestra curiosidad, porque su trabajo es tan increíble como delicioso. Es más: si estás estudiando diseño gráfico, debería ser uno de los primeros a investigar en tu lista de referentes.
Asimismo, os dejo este vídeo que ha hecho Domestika para ver y oír a este gran maestro al que tanto le debe el diseño gráfico.
En homenaje a Milton Glaser, el pie de este post será en Azul Prestigio y texto en negativo.
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