Porque no todo va a ser ilustración en este blog. Más que nada porque también soy diseñadora gráfica y tendré que enseñar algo más que mis garabatos. Pero vamos a ver, ¿qué es una Rock-a-wedding?
Tengo que confesar que me encanta diseñar invitaciones de boda. Ahora todo el mundo quiere algo personalizado, que se ajuste a sus gustos y personalidades. Hay como una especie de competición por ver quién tiene la invitación más original. Una rock-a-wedding es la boda que se montaron Martina y Oliver, ahora os cuento:
Pero es que con lo que me tocó diseñar esta vez… Ay… ¡Emoción máxima! Bueno, bueno, bueno, con este trabajo me lo he pasado muy bien porque es la mezcla perfecta de dos de las cosas que más me gustan en este mundo: el estilo retro y el rock n’ roll clásico.
Martina y Oliver son una pareja de rockeros natos que decidieron casarse y, evidentemente, necesitaban las invitaciones para su boda. Pero cuando digo rokeros, me refiero a los de llamar El Rey a Elvis, de bailar rock y que su viaje de novios será ir a Memphis a ver Graceland. No os digo nada y os lo digo todo.
Así que con la información que me dieron sobre la ceremonia y la fiesta que planeaban tener, les propuse lo siguiente: ¿y si recreamos el primer disco de El Rey para su invitación?
Ni se lo pensaron, fue un sí rotundo y no me quedó otra más que ponerme manos a la obra.
Para que os hagáis una idea, esta es la portada original del primer disco que Elvis sacó en 1956 y que pasó 10 semanas en el número 1 en el Billboard. Esta portada es tan icónica, que ha sido recreada por varios artistas como The Clash (London Calling), KD Lang (Reintarnation) o Chumbawamba (Tony Blair).
Me gusta la combinación de una foto en blanco y negro y letras en color, con todo ese estilazo de los 50. Dándole un par de vueltas y buscando una paleta de color que funcionara para el resto de la decoración de la fiesta, esto es lo que salió:
Amarillo, turquesa, fucsia y blanco, estos fueron los colores elegidos. Se usaron vinilos de formato single reales comprados de segunda mano. Dentro de las carpetas de los discos, pusimos un montón de confeti dorado XL. Creo que el resultado fue muy a whop bop-a-lu a whop bam boo 😉 Desde luego esta pareja tuvo una Rock-a-wedding en toda regla.
Lo mejor de todo, no sólo fue ver lo bien que quedó todo, sino las caras de la pareja al ver el acabado y las risas que se iban a echar los invitados cuando les diera por escuchar los pequeños vinilos y descubrieran que las grabaciones originales eran de Manolo Escobar, Mocedades o la Pantoja.
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